¿Todo vale?

16/3/12 - Publicado por el 4º cuadrante en 17:42
Aprovechando la transcendencia que ha tenido el anuncio de Loewe Collection Oro 2011 he decidido que era hora de pararnos a pensar y de respondernos a una simple cuestión ¿Todo vale? Una de las citas celebres que mejor defiende la filosofía del "todo vale" fue escrita en el siglo XIX por Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.


"Sólo hay una cosa en el mundo peor que estar en boca de los demás, y es no estar en boca de nadie".

Yo no estoy de acuerdo con esta frase, no sé hasta que punto es bueno estar en boca de todos, aunque hablen mal de ti, o en este caso de tu marca. 


He visto el anuncio, sus respectivas mofas, los comentarios en prensa, twitter, y demás redes sociales. Y aún me sigo preguntando ¿Cómo Loewe ha realizado este anuncio? No lo entiendo, como se pueden destrozar, años y años de esfuerzo por un buen posicionamiento en el mercado, por crearse un perfil de clientes acorde con su 'filosofía' (entrecomillo filosofía, porque visto lo visto no se si Loewe a cambiado de estrategia de venta y de perfil de consumidor). En definitiva, no entiendo cómo una marca como Loewe se ha rebajado tanto sólo por estar en boca de todos. Creo que una marca no ha de renunciar a sus principios, a sus ideas, a su filosofía de empresa por unos cuantos dires y diretes.


No estoy diciendo que una empresa no deba de abrir su nicho de mercado, sólo que hay formas y formas de abrir nuevos mercados. Primero hay que analizar si la apertura a un nuevo mercado perjudicará al ya existente (como a mi entender sucede con el tipo de publicidad elegida por la compañía Loewe). Un ejemplo claro de apertura a nuevos mercados, sin desprestigiar la marca ni poner en peligro a sus clientes, es el caso de Mercedes, con su lema "algo esta pasando en mercedes".


Después de todo esto, sólo me queda decir que la IMAGEN DE UNA EMPRESA la representa a ella y a los consumidores de la misma, así que antes de tomar decisiones empresariales que puedan modificar la imagen de la misma los directivos deberían preguntarse: ¿Nos perjudicará? ¿Perjudicará a nuestros clientes? ¿Valdrá la pena? somos de la filosofía del ¿Todo vale?